jueves, 16 de febrero de 2017

4.- EL JABALÍ DE ERIMATO

Resultado de imagen de Jabalí de Erimanto cuadroEl jabalí de Erimanto era una criatura que causaba estragos en todo el contorno y que vivía en Erimanto, un monte de la Arcadia y la Élide  y nombre, también, de un afluente del Alfeo (hoy Diminiza o Azicolos). Era un jabalí enorme que se alimentaba de hombres y de tal fuerza que con sus colmillos era capaz de arrancar árboles de raíz.


En el camino hacia Erimanto, Hèrcules hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo, quien en memoria de tiempos lejanos compartió con él su comida y su vino. Pero los otros centauros, al oler el vino que estaba especialmente reservado para ellos se enfurecieron de tal manera que atacaron a Heracles, quien primero los rechazó y luego con sus flechas envenenadas mató a varios de ellos mientras los demás se retiraban.

Mientras Hèrcules enterraba a sus víctimas, su amigo Folo sacó una de las flechas de Hèrcules y la examinó asombrado de que algo tan pequeño pudiese dar muerte a criaturas tan formidables, pero con tal torpeza que la flecha se le cayó hiriéndolo en un pie.

Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Hèrcules encontró al jabalí y, persiguiéndolo durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde, saltando sobre su lomo, lo ató con cadenas y se lo llevó a Micenas vivo, cargándolo sobre sus hombros. Cazar a esta enorme criatura fue el cuarto (tercero en algunas versiones, Pierre Grimal)1 trabajo de los doce que Euristeo mandó realizar a Hèrcules.

10- ROBAR EL GANADO DE HERÍON

El octavo de los doce trabajos de Heracles consistía en capturar a las cuatro yeguas de Diomedes, que comían carne humana, su dueño las tenía atadas con cadenas y las alimentaba con la carne de sus inocentes huéspedes.



Durante la batalla, las yeguas habían devorado a Abdero, amigo de Heracles que había quedado encargado de custodiarlas. Entonces Heracles fundó en su honor la ciudad de Abdera.

Se dice que las yeguas murieron en el monte Olimpo devoradas por las fieras y las alimañas. Según la leyenda, Bucéfalo, caballo de Alejandro Magno, descendía de una de estas yeguas.

2.- MATAR A LA HIDRA DE LERNA

Hércules recibió instrucciones de Euristeo para matar a la Hidra de Lerna, una serpiente acuática que vivía en un pantano cerca de Lerna, junto a Argos, en el Peloponeso. La Hidra tenía nueve cabezas, aunque algunas fuentes aseguran que eran más aún. Era una criatura extremadamente venenosa e incluso su aliento era mortal. Con la ayuda de Atenea, Heracles encontró la guarida del monstruo y empezó a luchar contra él. Cada vez que le cortaba una cabeza, brotaban dos o tres en su lugar. Además Heracles se vio también atacado por un cangrejo o una langosta gigante que Hera había enviado para ayudar a la Hidra. El héroe, acorralado, apeló a su primo Iolaos, que le había conducido hasta Lerna. Mientras Heracles se deshacía de la langosta, Iolaos prendía fuego a varios árboles. Con las ramas encendidas prendía fuego a las heridas causadas por Heracles cada vez que cortaba una cabeza. Así consiguieron acabar con la serpiente, pero antes de abandonar el pantano, Heracles empapó las puntas de sus flechas con la sangre venenosa del monstruo para disponer desde entonces de un arma mortífera. La Hidra y la langosta, que al final le ayudarían, ascendieron al firmamento gracias a Atenea y dieron lugar a las constelaciones de Hidra, la Serpiente, y Cáncer, el Cangrejo.


Debido a la ayuda de Iolaos, Euristeo rechazó que la muerte de la Hidra hubiese sido un trabajo completamente realizado por Heracles. Algunas fuentes aseguran que los trabajos eran diez al principio, imponiendo los dos últimos a causa de la negligencia del propio héroe.

8- ROBAR LAS YEGUAS DE DIOMEDES



El octavo de los doce trabajos de Heracles consistía en capturar a las cuatro yeguas de Diomedes, que comían carne humana, su dueño las tenía atadas con cadenas y las alimentaba con la carne de sus inocentes huéspedes.

Heracles fue con un grupo de voluntarios y consiguió arrebatárselas a Diomedes, quien fue con su ejército a atacar a Heracles, pero éste lo venció y arrojó el cuerpo aún con vida a las yeguas, y el ejército huyó. Tras devorar el cadáver, las yeguas se volvieron tan mansas que Heracles las pudo atar al carro de Diomedes y se las llevó a Micenas, donde fueron regaladas a Hera.

Durante la batalla, las yeguas habían devorado a Abdero, amigo de Heracles que había quedado encargado de custodiarlas. Entonces Heracles fundó en su honor la ciudad de Abdera.

Se dice que las yeguas murieron en el monte Olimpo devoradas por las fieras y las alimañas. Según la leyenda, Bucéfalo, caballo de Alejandro Magno, descendía de una de estas yeguas.

7- CAPTURAR AL TORO DE CRETA

El Toro de Creta es un animal de la mitología griega. El séptimo trabajo de Heracles consistió en capturar un toro que causaba estragos en Creta.

Este toro es el que Poseidón hizo salir del mar cuando el rey Minos prometió ofrecer un sacrificio al dios; pero Minos lo encontró tan esplendoroso que lo incorporó a sus rebaños como semental en vez de sacrificarlo y el dios, enfurecido, hizo que la reina Pasífae se enamorara del animal y concibiera de él un híbrido, el Minotauro, tras lo cual hizo enloquecer al toro.

Así pues, Heracles se presentó a Minos, que le autorizó para capturar con sus propias manos al toro cretense, si podía. Heracles consiguió dominar al animal y lo condujo, a través del mar Egeo, hasta Micenas. Euristeo, al ver al hermoso animal, lo quiso ofrecer en sacrifició a Hera, pero la diosa lo rechazó al ver la ferocidad del toro, por lo que Euristeo lo dejó libre.

El toro causó estragos allá por donde pasó. Atravesó la Argólide, cruzó el istmo de Corinto hasta que finalmente el héroe ateniense Teseo consiguió matarlo con su espada en la llanura de Maratón (cerca de Atenas).

3.- CAPTURAR A LA CIERVA CERINEA


La Cierva de Cerinea, era una criatura fantástica de la mitología griega. Fue el tercero de los trabajos de Heracles.

Hércules debía capturar a la cierva para llevarla viva a Micenas y entregarla a Euristeo. La Cierva de Cerinea tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro. Estaba consagrada por la pléyade Táigete a la diosa Artemisa, ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar.

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La cierva era muy veloz ya que que las flechas de Hércules no la podian alcanzar, y no le resultaría fácil a Hércules atraparla, la persiguió día y noche sin descanso hasta el país de los Hiperbóreos. Allí la capturó mientras abrevaba, y después la llevó a Euristeo. Hércules tardó un año en capturarla.

Hércules era consciente de que si derramaba una sola gota de sangre de la cierva tendría que dar explicaciones, y sufrir el consiguiente castigo. Aprovechando que la cierva estaba bebiendo, Hércules le atravesó las dos patas por la piel utilizando una flecha que hizo pasar entre el tendón y el hueso, sin llegar a derramar su sangre. Una vez inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas. Su gran hazaña sirvió de ejemplo a otros muchos héroes de la antigüedad.

1.- MATAR AL LEÓN DE NEMEA

En la zona de Nemea existía un enorme león que aterrorizaba a sus habitantes. Su piel era tan gruesa que no había arma capaz de penetrarla. Hércules intentó abatirlo usando su arco y sus flechas, un garrote hecho de un olivo y una espada de bronce, pero fue inútil ya que todas se quebraron. Entonces el héroe decidió arrinconar al animal taponando las entradas del lugar donde vivía y se enfrentó a él en un terrible combate cuerpo a cuerpo durante el cual consiguió estrangularlo con sus fuertes brazos.
No obstante, para poder degollarlo necesitó la ayuda de la diosa Atenea, la cual le informó que debía utilizar para tal empeño las propias garras del la bestia. Gracias a ello, Hércules cubrió su cuerpo con la piel del león a modo de armadura utilizando la cabeza como un yelmo.

Hércules llevó los restos del león a Micenas para que los viera el rey Euristeo, pero este se asustó tanto al verlo que le prohibió presentarse de nuevo ante él y le ordenó que mostrase las pruebas de sus futuras victorias desde fuera de la ciudad.

5.-ESTABLOS AUGEO

Resultado de imagen de hercules trabajo 5Áugeo, rey de Elis en el Peloponeso e hijo de Helios, poseía el mejor ganado de toda la comarca. Pero nadie había limpiado los excrementos de los establos durante años y el olor era tan pestilente que llegaba a diversos rincones del Peloponeso. Heracles tuvo que acabar con este problema por orden de Euristeo. Así, debió limpiar todos los establos en un día y como compensación por esta tarea tan sucia y humillante, el héroe pidió llevarse una décima parte del ganado de Áugeo. En lugar de llevar los cubos de un lado para otro, Heracles pensó en una solución más drástica. Entonces hizo agujeros en las paredes del establo y cambió el curso de los ríos Alfeo y Peneo para que llegase hasta allí y limpiasen toda la suciedad. No obstante, Áugeo rechazó pagar a Heracles con la excusa de que actuaba por orden de Euristeo y éste a su vez no reconoció la limpieza de los establos, dado que se suponía que Heracles era entonces un empleado de Áugeo.

Con su marcado sentido de la justicia, Heracles nunca olvidó la traición de Áugeo.

miércoles, 15 de febrero de 2017

EL VERANO - CUADRO DE ZEUS

1805 - 1806. Óleo sobre lienzo, 144 x 80 cm. Museo del Prado


Disfrazada de campesina y acompañada de segadores, aparece la diosa de la Tierra, Ceres, con sus atributos, la antorcha y una gavilla de trigo. Los relámpagos del cielo pueden aludir a Zeus, su hermano y amante, cuya hija común Perséfone, raptada por Hades, vivía una parte del año en los Infiernos y la otra con su madre. El mito explica el origen de las Estaciones.

domingo, 12 de febrero de 2017

DÁNAE RECIBIENDO LA LLUVIA DE ORO

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Dánae recibiendo la lluvia de oro es un cuadro pintado en el siglo XVI por Tiziano, y ahora expuesto en el Museo del Prado.


Se trata de una versión tardía, de hacia 1565, de un tema repetidamente tratado por Tiziano y su taller. Hasta fecha reciente se sobreentendía que este cuadro fue el que Felipe II encargó como pareja de otro igualmente conservado en el Prado: Venus y Adonis. Nuevas investigaciones han desvelado que esta Dánae no perteneció a Felipe II sino que fue adquirida por Velázquez en Italia hacia el año 1630. La Dánae de Felipe II es otra que salió de la colección real española al ser sustraída por José Bonaparte. Ahora se conserva en Londres (Apsley House, colección privada de los Duques de Wellington).

martes, 7 de febrero de 2017

11.- ROBAR LAS MANZANAS DEL JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES

Los doce trabajos de Hércules, o Heracles, son una serie de arcaicos episodios relacionados por una narración continua posterior. Los enfrentamientos individuales de éste con varios animales le sitúan antes de la literatura griega y los temas orientales: «Es una cuestión abierta si los antiguos griegos tuvieron alguna oportunidad de ver un león vivo, pero la migración de la imagen del león y de las escenas de lucha con éste está bien documentada arqueológicamente» (Burkert 1985, p. 209), aduciendo también la serpiente con siete cabezas de Ugarit y el Antiguo Testamento. El establecimiento de un ciclo fijo de doce trabajos era atribuido por los griegos a un poema épico (hoy perdido) escrito por Pisandro de Rodas, quizás sobre el 600 a. C. (Burkert). Uno de sus trabajos fue robar las Manzanas del Jardín de las Hespérides.
Ese trabajo consistía en como su nombre bien dice en robar las manzanas del jardín de las Hespérides.
Las Hespérides eran un grupo de hermanas ninfas, habitantes de una lejana isla, donde cuidaban un maravilloso jardín. Dependiendo de las interpretaciones se cree que pueden ser las Islas Canarias, Cabo Verde o Madeira. Estas islas se ubicaban cerca al Atlas (Marruecos). Dependiendo de cada fuente se habla de tres, cuatro o hasta nueve Hespérides. Ellas eran hijas de Nyx (Noche) y Erebo (Oscuridad). Ellas, además cuidaban unas manzanas de oro, que Zeus le había dado a Hera después de su matrimonio. Estas además eran custodiadas por el dragón Ladón.
Como undécimo trabajo, Hera comandó a Heracles el robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Esta labor remplazaría a los dos trabajos donde Heracles fue ayudado o pagado. Para esto, Heracles capturó a Nereo, dios del mar, para que le indicara el camino. Sin que le dieran una dirección concreta, acudió a Prometeo quien le indicó el camino como respuesta a una tortura. Las formas como consiguió las manzanas varían. La primera teoría indica que cuando Heracles llegó a donde Atlas, se ofreció a sostener el cielo por unos minutos si él a cambio traía las manzanas; cuando este regresó, tenía el deseo de llevarlas el mismo a Euristeo, pero Heracles lo engañó preguntándole si podía sostener el cielo de nuevo, mientras se ponía su capa, a lo que Atlas accedió, lo que hizo que el héroe pudiera escapar con las manzanas. Otras versiones indican que venció a Ladón.