jueves, 16 de febrero de 2017
3.- CAPTURAR A LA CIERVA CERINEA
La Cierva de Cerinea, era una criatura fantástica de la mitología griega. Fue el tercero de los trabajos de Heracles.
Hércules debía capturar a la cierva para llevarla viva a Micenas y entregarla a Euristeo. La Cierva de Cerinea tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro. Estaba consagrada por la pléyade Táigete a la diosa Artemisa, ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar.
La cierva era muy veloz ya que que las flechas de Hércules no la podian alcanzar, y no le resultaría fácil a Hércules atraparla, la persiguió día y noche sin descanso hasta el país de los Hiperbóreos. Allí la capturó mientras abrevaba, y después la llevó a Euristeo. Hércules tardó un año en capturarla.
Hércules era consciente de que si derramaba una sola gota de sangre de la cierva tendría que dar explicaciones, y sufrir el consiguiente castigo. Aprovechando que la cierva estaba bebiendo, Hércules le atravesó las dos patas por la piel utilizando una flecha que hizo pasar entre el tendón y el hueso, sin llegar a derramar su sangre. Una vez inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas. Su gran hazaña sirvió de ejemplo a otros muchos héroes de la antigüedad.
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