Algo imposible para cualquiera dada a la horripilante apariencia de la Gorgona y a su maldición que al primero que la vea, se convertía en Piedra. Perseo valientemente empezó su viaje hacia la morada de las Gorgonas. Cuando los Dioses se enteraron de decisión y valentía, decidieron ayudarlo: Atenea le dio su escudo para que pueda evadir directamente la mirada de Medusa; Hades le dio un Casco para que pueda ser invisible en el momento adecuado; Hermes le dio unas sandalias con alas para poder volar y moverse ágilmente; Las Ninfas le dio un Saco especial para poder llevar la Cabeza de Medusa; y Hefesto le dio una poderosa espada. Atenea le advirtió que evite mirar directamente a Medusa, ya que al solo verla, perecería. Usa el reflejo del escudo le dijo para poder así verla, y por último, que busque a las Tres Gorgonas Brujas muy al Norte de África para que te revelen la ubicación de Medusa. Cuando Perseo llegó, les robó su ojo a las Brujas y les obligó decirles el camino para llegar a Medusa. Ellas aceptaron pero el ojo fue arrojado al agua para que no pudiesen advertir a nadie de sus intenciones.

Tras devuelta a su camino, Perseo vio a una bella doncella llamada Andrómeda encadenada a una roca que había en la playa. Ella esperaba su muerte a manos de un terrible Monstruo marino ya que su madre Casiopea, había ofendido a los dioses y de esa manera, lograría perdón. Conmovido por su situación y belleza, Perseo la liberó y convirtió al Monstruo en Piedra con ayuda de la cabeza de Medusa. Cuando Perseo regresó a su Hogar junto con Andromeda, su Madre no estaba. Había huido ya que las insinuaciones del Rey Polidectes eran muy tormentosas y estaba refugiada en el templo de Atenea. Una vez más, Perseo usó la cabeza de Medusa y la sostuvo en el aire para convertir a todos los enemigos de su Madre en piedra. Una vez libres de todos ellos y del tirano Rey, Perseo entregó la cabeza a Atenea y ella, la montó en su escudo convirtiéndola en su Emblema. Se dice que Perseo también devolvió los regalos de los dioses. Perseo y Andrómeda vivieron en paz y armonía por mucho tiempo y tuvieron muchos hijos. Su único pesar fue que cierto día, mientras tomaban parte en unos juegos atléticos, lanzó un disco que fue muy lejos impulsado por una ráfaga de viento, y accidentalmente golpeó y mató a un Anciano. Este anciano era Acrisio, el abuelo de Perseo, padre de Dánae. Al final, si se cumplió lo que el oráculo había predicho y que el difunto Rey se había esforzado por evitar. Perseo no tenia ningún rencor o deseo de venganza y, debido a esta muerte accidental, no quiso seguir gobernando su legítimo Reino. Como consecuencia, intercambió los reinos con su vecino el rey Argos, y construyó una ciudad poderosa llamada "Micenas", en la que vivió largo tiempo con su familia en amor y honor.
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