jueves, 16 de marzo de 2017

LOS JUEGOS NEMEOS



Los Juegos Nemeos eran una de las competiciones deportivas panhelénicas que se disputaban en la Antigua Grecia, en una sede ubicaba en la Argólide denominada Nemea. A los vencedores se les recompensaba con una corona de apio.

En su origen se trataba de unos juegos fúnebres y los jueces iban vestidos de luto (color negro).1
Cerca del lugar donde se celebraban estos juegos se hallaba el templo de Zeus Nemeo, del cual aún quedan en pie algunas columnas, en un bosque sagrado de cipreses.Desde su nacimiento tuvieron lugar cada dos años en el mes de julio, en el segundo y cuarto año de la olimpiada.2

El programa tenía competiciones atléticas (carreras,3 pentatlón,4 pancracio,5 pugilato,6 lucha),7 hípicas8 y musicales.9 El estadio podía albergar hasta 40 000 espectadores.10 Había tres categorías de competidores: niños, jóvenes y adultos.
RESTOS DEL ESTADIO DONDE SE CELEBRABAN LOS JUEGOS

Existen dos versiones míticas sobre el origen de estos juegos: según una de ellas, se instituyeron como recuerdo de la hazaña de una de las doce pruebas de Heracles. El león de Nemea campaba por el país y aterrorizaba a sus habitantes hasta que Heracles lo capturó y estranguló.

Mucho más conocido es el triste mito del pequeño Ofeltes, rebautizado póstumamente como Arquémoro, que guarda relación con la historia de los Siete contra Tebas: Polinices, el hijo de Edipo, junto a otros seis jefes (entre los que estaba Adrasto y el adivino Anfiarao), se rebeló contra Tebas, donde reinaba su hermano Eteocles, alegando un acuerdo no respetado. En su expedición llegaron hasta Nemea afligidos por la sed.

Según un escolio a Píndaro:


Allí encontraron a Hipsípila, de la isla de Lemnos, que llevaba al pequeño Ofeltes en brazos. Este era el hijo del sacerdote Licurgo (al servicio de Zeus) y de Eurídice. Hipsípila los condujo a un manantial, pero entretanto dejó tendido al niño en una plantación de apio, donde una serpiente lo mató, bien estrangulándolo, bien inoculándole veneno. Cuando los Siete volvieron de la fuente y vieron la catástrofe, mataron a la serpiente e instauraron unos juegos fúnebres bianuales...los juegos fúnebres comprendían competiciones gímnicas y carreras de cuadrigas; aunque no de bigas, ni tampoco de caballos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario